Neovii se asocia con la Universidad de Tel Aviv para desarrollar una nueva vacuna COVID-19.
La vacuna basada en el epítopo se enfocará en la parte más vulnerable de la proteína espiga viral.
Rapperswil-Jona y Tel Aviv. 13 de mayo de 2020.- Neovii, compañía biofarmacéutica con sede en Suiza y miembro del Grupo Neopharm con sede en Israel, ha firmado un acuerdo de investigación y licencia con RAMOT, compañía de transferencia de tecnología, de la Universidad de Tel Aviv (TAU) para trabajar en colaboración con un equipo dirigido por el profesor Jonathan Gershoni, de la Escuela de Biología Celular Molecular y Biotecnología, para desarrollar una nueva vacuna COVID-19.
El acuerdo otorgará a Neovii el derecho exclusivo de desarrollar y comercializar una tecnología de plataforma novedosa y recientemente patentada que ha sido desarrollada por el profesor Gershoni para el rápido descubrimiento de vacunas basadas en epítopos (porción de una macromolécula que es reconocida por el sistema inmunitario).
La colaboración se centra en el desarrollo de una vacuna COVID-19 de primera clase que se dirige al talón de Aquiles del virus mediante la reconstrucción del Motivo de Unión al Receptor del coronavirus (RBM), una estructura crítica de su proteína “espiga”. La proteína “espiga” en sí misma es la principal proteína de superficie que el virus usa para unirse al receptor celular que actúa como puerta de entrada a la célula humana. Después de que la proteína espiga se une al receptor celular humano, la membrana viral se fusiona con la membrana celular humana, permitiendo que el genoma del virus ingrese a las células humanas y comience la infección.
“Hemos estado trabajando en coronavirus durante los últimos 15 años desarrollando un método para reconstruir y reconstituir la estructura RBM de la proteína espiga en SARS-CoV y posteriormente en MERS-CoV,” explicó el Profesor Gershoni,
“En el momento en que se publicó el genoma del nuevo virus a principios de enero de 2020, comenzamos el proceso de reconstitución del RBM del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, y esperamos tener pronto un RBM reconstituido del nuevo virus. Esta es la base de la nueva vacuna, que podría estar lista para usarse dentro de un año a un año y medio,” continuó Gershoni.
“Cuanto más pequeño sea el objetivo y el foco del ataque, más segura y mayor será la efectividad de la vacuna. El virus toma medidas de largo alcance para ocultar su RBM del sistema inmune humano, pero la mejor manera de “ganar la guerra” es desarrollar una vacuna que se dirija específicamente a la RBM del virus,” destacó Gershoni.
“Esperamos que a través de esta colaboración con Neovii, sea posible producir una vacuna efectiva que apunte al talón de Aquiles del coronavirus y acelere el desarrollo de una vacuna protectora contra esta amenaza global,” comentó Keren Primor Cohen, CEO de RAMOT.
“El estallido de la pandemia por COVID-19 ha demostrado cuán frágiles y vulnerables son nuestras sociedades ante una pandemia. Estamos extremadamente entusiasmados con nuestra colaboración con el profesor Gershoni y TAU, que proporciona a Neovii una plataforma de primera clase para el rápido desarrollo de candidatas a vacunas prometedoras para futuras pandemias emergentes, incluida COVID-19. Además, la vacuna COVID-19 es altamente sinérgica con la experiencia central de Neovii en el desarrollo y fabricación de anticuerpos policlonales pasivos y brinda la oportunidad de llevar una inmunoterapia COVID-19 de manera rápida,” declaró Jürgen Pohle, CEO de Neovii.
La experiencia y las capacidades bien establecidas y de larga data de Neovii en el desarrollo, fabricación y comercialización de productos biofarmacéuticos respaldarán la ambición de tener una vacuna lista para su uso en una población más amplia en un plazo acelerado.