AstraZeneca contra eventos cardiovasculares.
Forxiga demostró reducir riesgos cardiovasculares en pacientes con insuficiencia cardiaca, no sólo la diabetes.
París. 02 de septiembre de 2019.- En el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC Congress 2019), que se lleva del 31 de agosto al 4 de septiembre, se presentaron los últimos avances del estudio Dapagliflozina sobre la incidencia cardiaca agravada o muerte por causas cardiovasculares en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica (DAPA-HF) en su Fase III, con el objetivo de analizar el efecto de Forxiga (Dapagliflozina) en pacientes con insuficiencia cardiaca, Impulsado por AstraZeneca.
Forxiga es un inhibidor cotransportador-2 de sodio-glucosa (SGLT2), actualmente indicado en pacientes con diabetes tipo 2, para controlar los niveles glucémicos.
En el estudio Forxiga cumplió su criterio principal de valoración con una reducción “estadística y clínicamente significativa” de muertes por causas cardiovasculares o agravamiento de insuficiencia cardiaca.
“Presentamos hallazgos únicos que los inhibidores SGLT2 son realmente un tratamiento para la insuficiencia cardíaca y no sólo para la diabetes”, dijo el Profesor John McMurray, de la Universidad de Glasgow, UK.
“La insuficiencia cardiaca es una complicación común de la diabetes tipo 2, que ocurre con más frecuencia en accidentes cerebrovasculares y con tanta frecuencia como el infarto de miocardio. Los ensayos han demostrado que, además de tratar eficazmente la diabetes, los inhibidores SGLT2 reducen el riesgo a que los pacientes desarrollen insuficiencia cardíaca. Y los beneficios se ven con bastante rapidez, a las pocas semanas de comenzar el tratamiento. Se deduce naturalmente que la siguiente pregunta sería ¿Se puede usar este medicamento para tratar a pacientes con insuficiencia cardiaca establecida, incluidos aquellos sin diabetes? Y esto es lo que queríamos ver en el estudio PADA-HF’, continuó el Profesor McMurray.
Para el estudio se recluto a 4.744 pacientes con reducción de la fracción de eyección sintomática {clase II-IV de New York Heart Association (NYHA)} proporcionándoles de forma aleatoria Forxiga en dosis de 10 ó 5 mg, o bien placebo. La valoración consistió en el tiempo transcurrido hasta la presentación de muerte por causas cardiovasculares u hospitalización por insuficiencia cardiaca.
Aproximadamente la mitad de los pacientes inscritos no contaban con diagnostico de diabetes y se excluyeron a personas con diabetes tipo 1 o con nefropatía grave.
“Descubrimos que el tratamiento con Forxiga condujo a una reducción estadísticamente significativa en el riesgo del empeoramiento de la muerte por insuficiencia cardiaca o cardiovascular en un 26 por ciento (p <0,00001)”, comentó el Profesor McMurray.
“Los resultados de DAFA-HF son notables. Y probablemente el hallazgo más importante de todos es que Forxiga se asoció con el beneficio en pacientes sin diabetes. Con Forxiga hicimos las tres cosas que se desea por el paciente en el mundo ideal: Hacer que se sienta mejor, Mantenerlo fuera del hospital y Mantenerlo vivo”, destacó el Profesor McMurray.
Expertos en la materia concluyeron que su incorporación a los sistemas sanitarios para esta indicación generaría efectos positivos por su coste-efectividad.